Hoy celebramos el Día Internacional Contra la Violencia y el Acoso Escolar y desde el Departamento de Orientación queremos llamaros a todos, Comunidad Educativa, a pararnos a pensar, a reflexionar unos minutos (¿qué menos?) sobre esta realidad que no queremos ni debemos ignorar.
Y es que el acoso escolar no es solo “cosa de niños”. Es una situación que puede causar mucho sufrimiento y dejar huellas profundas. Por eso, toda la comunidad educativa —alumnado, familias, profesorado y personal del centro— tenemos una responsabilidad compartida: construir un colegio donde todos y todas nos sintamos seguros, respetados y felices.
Puede que nos preguntemos qué podemos hacer nosotros contra un "monstruo" tan grande, para luchar contra algo que puede parecernos ajeno... La respuesta pasa por un primer paso: sentirnos PARTE IMPLICADA. Este es el punto de partida que nos dará respuestas efectivas.
Si soy alumno o alumna, puedo empezar por no quedarme callado. Si veo una situación injusta, puedo pedir ayuda a un adulto o apoyar a la persona que lo está pasando mal. Ser valiente no es enfrentarse con violencia, sino atreverse a actuar con empatía.
-
Si soy familia, puedo hablar con mis hijos e hijas sobre cómo se sienten en el colegio, enseñarles a ponerse en el lugar del otro y estar atentos a señales de tristeza o aislamiento.
-
Si soy parte del profesorado o del centro, puedo crear espacios seguros de diálogo, intervenir cuando detecto una situación sospechosa y recordar que educar también es cuidar.
- ¿Qué hago yo, desde mi lugar, para que todos nos sintamos bien en el colegio?Porque cada pequeño gesto puede cambiar mucho.