Hola de nuevo familias,
hace unas semanas, os traíamos al blog una entrada sobre la lectura, la prevención de posibles dificultades en su aprendizaje y qué medidas estamos desarrollando desde nuestro centro para prevenirlas. Hoy, hablamos de escritura, otro aprendizaje fundamental en los primeros años de nuestros niños/as, la importancia de su práctica y los beneficios de la misma.
La escritura está asociada a la lectura desde el comienzo de su aprendizaje. Escribir nos ayuda a conocer las letras y a reconocerlas, diferenciando unas de otras, por su trazo y “dibujo”, de ahí, que lectura y escritura se apoyan mutuamente. Para Valeria Chavez, investigadora del Conicet (El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y profesora de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés de Argentina “está demostrado que los chicos que están aprendiendo a leer, reconocen mejor las letras cuando las ven impresas si antes las aprendieron a escribir manualmente”.
Asimismo, diferentes especialistas destacan la importancia del aprendizaje de la escritura manual, pues se realiza un procesamiento profundo de la información, que favorece la asimilación de conceptos, estimula el desarrollo de conexiones neuronales y el desarrollo de la memoria y la capacidad y comprensión lectora. La autora Abusamra, menciona en su libro BEEsc “Batería para la Evaluación de la Escritura”, que “hoy en día hay una tendencia a desestimar la escritura a mano, pero cuando se escribe se pone en marcha una serie de procesos muy complejos y fundamentales para el aprendizaje posterior”.
Hoy, inmersos en una nueva era de la información y la tecnología, usar el teclado a la hora de escribir, es útil porque en ocasiones esta otra herramienta puede aminorar las dificultades manuales que tiene la escritura en edades tempranas o bien, para alumnos con dificultades concretas, de ahí que, cabe la posibilidad de combinar ambas herramientas como canales expresivos que pueden complementarse, según afirma la docente e investigadora Furman. Aun así, nos aconseja que, a la hora de registrar los pensamientos, tomar notas y en definitiva, a la hora de desarrollar el proceso del aprendizaje de la lectoescritura, el peso recaiga sobre la escritura manual.
Tras destacar algunas de las evidencias y aportaciones de las últimas investigaciones sobre la escritura, destacamos algunos de los beneficios que nos aporta la escritura a mano:
- Mejora la concentración y la memoria
- Nos ayuda a ser más ordenados
- Favorece la imaginación y la creatividad
- Mejora nuestra capacidad comunicativa
- Favorece y aumenta la actividad cerebral
- Desarrolla y mejora la motricidad fina al usar el lápiz: es un aprendizaje lento, que requiere habilidad en los dedos para conseguir la forma exacta de las letras y mayor control motor y de nuestros sentidos, implicando el desarrollo y coordinación ojo-mano.
Por todos esos beneficios, como afirma la autora Abusamra “queda claro que dejar de escribir a mano no solo generará la pérdida de habilidades grafomotoras, sino también de los procesos cognitivos que se activan con ellas”. De ahí, que sea importante estimular este aprendizaje desde niveles iniciales y sostenerlo en las etapas educativas posteriores.
Ahora bien, ¿Cómo podemos estimular y favorecer el proceso de la escritura? Os dejamos algunas actividades que podéis hacer en casa.
- Escribir todos los objetos que hay en un aula, tu habitación, un parque…
- Inventar y escribir una historia a partir de una imagen.
-Escribir una carta a un familiar, un amigo...
- Hacer un diario.
- Escribir una receta de cocina. Pregunta a algún familiar, cómo hacer tu postre favorito. Escribe sus ingredientes, los pasos a seguir para su elaboración e incluso anímate a hacerla. También puedes escribir y crear tu propio libro de recetas.
- Hacer la lista de la compra de casa.
Y ahora que sabes todo esto, ¿a qué esperas para coger el lápiz?
Feliz semana familias.
Un abrazo.