lunes, 9 de octubre de 2023

¿CÓMO ANDA TU SALUD MENTAL?

El Día Mundial de la Salud Mental fue instituido en 1995 por la Federación Mundial para la Salud Mental y la Organización Mundial de la Salud, y su relevancia ha llevado este año a la decisión de celebrarlo cada 10 de Octubre como Día Internacional de la Salud Mental en todos los centros educativos andaluces.

                                                     


El objetivo de este día es recordar que la salud es el estado de bienestar físico, mental y social y que no se refiere únicamente a la ausencia de enfermedades. La salud es la base fundamental para que los individuos puedan disfrutar de una vida plena y satisfactoria, y dentro de este concepto hay que considerar también a la salud mental, reconociendo la importancia que tiene su relación con la salud física.

Los centros educativos son lugares extraordinarios para favorecer el bienestar mental. De todos y todas depende crear un sentido de PERTENENCIA que haga que vosotros, niños/as y adolescentes os sintáis CONECTADOS Y BIENVENIDOS, fortaleciendo vuestra identidad y autoestima. Es igualmente necesario desarrollar COMPETENCIAS DE RESILIENCIA Y SUPERACIÓN, promover comportamientos positivos como el respeto, la responsabilidad y la amabilidad. Además, es claro que AYUDAR A OTROS e involucrarse refuerza el formar parte de la comunidad.

Ten presente que la salud mental incluye un doble componente: el bienestar como individuos, que se centra en el componente psíquico, y el bienestar en las relaciones con los demás, es decir, el componente social. Ambos están relacionados, ambos tienen influencia entre sí, no puede mejorar uno sin el otro.

Que una persona esté emocionalmente saludable no significa que esté feliz todo el tiempo. Significa que es consciente de sus emociones, que puede identificarlas, expresarlas y controlarlas. Es también consciente de sus propias fortalezas y de las debilidades que necesita trabajarse. Significa que puede afrontar las tensiones normales de la vida y recuperarse de estas.

Por ello, buscar ayuda psicológica es señal de fortaleza y valentía.

 

VER  qué te sugiere este cuento 


             También puedes leerlo:

"Había una vez un rey que tenía un problema: era incapaz de controlar su alegría y su tristeza. Ambas emociones le llevaban a perder el control y a caer en un desequilibrio que luego lamentaba. Cuando estaba contento, lo celebraba de forma desmedida, sin atender a los gastos ocasionados. Fiestas lujosas, ostentosas y muy largas… Y cuando estaba triste, se hundía en una profunda depresión de la que le era muy difícil salir.

El rey, consciente de su gran problema, ordenó repartir este mensaje por todo el reino:

– «Se hace saber, de parte del rey, que se ofrecerá una gran recompensa de mil monedas de oro a quien consiga entregarle un anillo capaz de conseguir el equilibrio en sus emociones».

Inmediatamente, decenas de orfebres, médicos y hechiceros, llegaron al castillo con un prometedor anillo. Eran realmente hermosos: algunos de oro, otros de hermosas piedras preciosas. Anillos con supuestos encantamientos y otros tan brillantes como el sol. Pero ninguno de ellos consiguió lo que el rey tanto anhelaba.

Hasta que un día, un viajero, que llegaba de muy lejos, se postró ante el rey y le dijo:

– Majestad, vengo de un lejano reino donde también llegó su mensaje. Deje que le entregue un anillo que yo he usado durante mucho tiempo. Cada vez que me sentía triste o por lo contrario, eufórico, lo observaba durante unos minutos, y recuperaba la calma. Solo tiene que leer el mensaje inscrito en su interior. Cuando lo necesite, solo cuando lo necesite…

Con estas misteriosas palabras, el monarca tomó el humilde anillo que el viajero le entregaba. Estaba hecho de bronce y un tanto oscuro ya. No parecía tener ningún valor económico. Sin embargo, decidió aceptarlo, a la espera de ponerlo a prueba.

Y ese día no tardó en llegar. Casi por sorpresa, un ejército enemigo invadió el reino y el rey tuvo que huir del castillo. Cabalgó por el bosque, perseguido por algunos guerreros. Pero el monarca consiguió esconderse y el enemigo no lo encontró. Sin embargo, estaba solo en el bosque, y comenzó a sentirse triste, acabado:

– Ya no tengo nada, y estoy solo… ¿Qué me queda para seguir viviendo?

Su profunda tristeza hizo acordarse del anillo. Entonces, se lo quitó del dedo y leyó la inscripción de la que le habló aquel misterioso viajero. Entonces, sonrió. Al cabo de unos minutos, decidió lo siguiente:

– ¡Recuperaré mi reino!

Buscó, en un reino amigo, guerreros que quisieran acompañarle. Y, de esta forma, consiguió recuperar lo que le habían quitado.

Eufórico como estaba, preparó una fiesta de agradecimiento. Pero esa misma noche, vio entre los invitados al viajero del anillo.

– También para este momento se utiliza el anillo, majestad- le recordó entonces.

El rey, asintiendo, volvió a leer las tres palabras que estaban inscritas en el anillo: «Esto también pasará». Y al día siguiente, todo volvió a la normalidad"

REFLEXIONAR

 

CUIDO MI SALUD MENTAL evitando….

que los  pensamientos negativos se anclen en mi mente

personas destructivas

lo que perturba mi sueño

lo que apaga el brillo de mi mirada

lo que me distrae de mi camino

CUIDO MI SALUD MENTAL procurando….

cuidar mis tres motores de vida: cerebro- corazón- cuerpo

valorar mi cuerpo por lo que es, por lo que soy, por lo que me permite, por lo que me identifica como persona única, diferente, valiosa

valorar las opiniones de los demás solo como opiniones y no, como la verdad

que los modelos que invaden las RRSS no me impongan sus ideales estéticos y su opinión

que los likes no sean mi búsqueda permanente

sentir y expresar mis emociones, identificando en ellas los pensamientos y hechos que las crean y sostienen

transitar de emociones como la tristeza, la rabia, el miedo (para no quedarme demasiado tiempo ahí) hacia la alegría, el amor, la curiosidad

            …

                                   SIGUE TÚ

                                 SEGUID VOSOTROS Y VOSOTRAS completando ambas relaciones

ACTUAR

Solo así perderé angustia y obtendré calidad de vida, ajustando mis propósitos y seguridad en lo que quiero.