Este mes de Abril se nos propone desde el Secretariado de Centros de la IT trabajr este nuevo reto: la sencillez. "Devuelve el sabor a la vida, no dejes que la sal se vuelva sosa, que se apelmace, que se pierda".
Jesús, siendo de condición divina, se hace pequeñito, frágil, pobre. No es posible vivir la alegría de la buena noticia desde un pedestal, desde mi sofá, con los cascos puestos. Nuestros gestos hablan de nosotros, no nuestros discursos ni nuestras perezas. Jesús nos invita a agitar el salero para que la sal no se apelmace y no se nos pasen las ocasiones de salar