lunes, 1 de junio de 2020

Mente y corazón: ASERTIVIDAD

La ASERTIVIDAD también se aprende (afortunadamente) y por ello, nos toca enseñarla.
Es la capacidad que todos tenemos de decir que es lo que queremos o deseamos sin imponer nuestras ideas a las demás o sin quedarnos callados. 
Debemos enseñarles a defender sus opiniones y derechos sin causar daño al resto, y también a expresar críticas constructivas; así como a saber reconocer los errores propios.

Son muchas las cosas que podemos hacer como padres/madres para que los niños sean asertivos y respondan ante determinadas circunstancias en su justa medida, ni con violencia ni con pasividad.

Porque queremos hacer de nuestros niños y niñas personas que se sientan libres para manifestar lo que son, lo que sienten, lo que piensan y lo que quieren; y queremos que lo hagan tanto con extraños como con amigos o familia, de manera abierta, sincera y respetuosa.


L
M
X
J
V
S
D
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Hay que evitar:
-Ofrecer modelos de interacción social inadecuados (agresivos o pasivos) que los niños acaban por imitar. Modelos que observan de sus padres, adultos, compañeros o personajes de ficción cuando se comunican a base de gritos, amenazas o sumisión a las órdenes o demandas desmesuradas de terceros.
-Premiar la sobreadaptación a las necesidades de los demás. Muchos niños se sobreadaptan a lo que los demás esperan de ellos para agradar a sus padres, maestros u otros referentes, olvidándose de sí mismos.
Escuchad a  vuestro hijo/a: si  ha tenido problemas en el colegio con otros niños tenemos que pararnos y escucharle. No podemos estar haciendo otra cosa, nuestra atención ha de estar dirigida únicamente a nuestro hijo. Además así crearemos un buen clima de confianza.
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No le resolváis  su problema: si siempre le solucionamos cualquier inconveniente o problema a nuestro hijo, le estaremos dando un mensaje negativo, ya que le estamos diciendo que él no pueden lograrlo. Esto no es positivo para su desarrollo ni autonomía, pero sobre todo, para su autoestima.
Buscad la solución: podemos sentarnos a hablar con el niño/a y pensar entre todos qué estrategias se pueden llevar a cabo. Le podemos dar pistas para que él pueda llegar a arreglar una situación por sí mismo, por ejemplo: '¿Qué te parece si llevas los cromos  al colegio y propones a los niños jugar contigo?'
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Haced role playing:  puede ensayar en casa con vosotros cómo debe actuar en una situación conflictiva frente a sus amigos, puede jugar ambos papeles, el de otros niños y el suyo. Así cuando llegue al colegio podremos tener la garantía de que podrá hacerlo.
Enseñadle a ceder: en ocasiones hay niñ@s que si no se juega a lo que ellos quieren, no desean participar en nada. Debemos explicarles que deben aceptar los gustos de los demás y a negociar: 'hoy acepto tu propuesta, mañana aceptas la mía, ¿vale?”
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Educadle  para no ser envidioso/a: hay que enseñarle a alegrarse de los éxitos de los demás y a darle la enhorabuena, es una estrategia para que fomenten lazos de comunicación y amistad y sean asertivos. 

No le enseñéis a defenderse con la violencia: jamás recurráis al “si te pegan,  pega”. Hay que educarles para que si otro niño quiere pegarle o ser violento con él, debe retirarse haciéndole saber que si tiene esa actitud no jugará con él o pedirá ayuda a un adulto.