lunes, 26 de octubre de 2020

El Principio de Premack: Una estrategia para mejorar la conducta en casa y en el colegio

Hoy os presentamos una estrategia para el control y mejora del comportamiento de nuestros chicos y chicas que puede ser aplicada tanto en casa como en el aula: El Principio de Premack

Su uso más común es para incrementar (reforzar) aquellas conductas deseables de baja ocurrencia: incrementar el tiempo de trabajo en clase, potenciar el aprendizaje de una materia concreta o, también, reducir conductas disruptivas en clase o en casa cuando éstas no son de excesiva gravedad.

Se puede aplicar a cualquier edad, cambiando la forma y los refuerzos que usemos. 

Se trata de un principio de reforzamiento formulado originalmente por Premack en 1.965. El enunciado literal nos dice: “Dadas dos respuestas en un procedimiento de condicionamiento operante, la respuesta más probable reforzará a la conducta menos probable; la respuesta menos probable no reforzará a la conducta más probable."

Vamos a explicar un poco mejor el principio. Lo que hizo Premack es observar en una situación experimental las opciones naturales que los niños preferían al ofrecérseles dos opciones. La primera era jugar a maquinitas (en aquel entonces jugar al pinball, hoy podría ser cualquier tipo de juego al ordenador) y la segunda comer golosinas o “chuches”.
En los niños que prefirieron jugar al pinball se estableció que esa era la respuesta reforzante, igualmente para los que prefirieron las golosinas, mientras que la otra opción pasaría a ser una conducta menos probable o apetecible en una situación de libre elección.
Pero lo realmente interesante es que Premack verificó experimentalmente que podíamos utilizar la conducta más probable (la que le gusta al niño) para reforzar la ocurrencia de la menos deseada o probable.

Por ejemplo: imaginemos un niño que le encanta dibujar en clase pero no le gustan las matemáticas. En ese caso lo que podemos hacer es darle la oportunidad al niño de que efectúe su actividad preferida por más tiempo (actividad reforzante) contingentemente a aumentar el tiempo de dedicación a las matemáticas (actividad menos preferida).
También podemos supeditar el tiempo dedicado actividades lúdicas diversas (las de su agrado) al compromiso de aumentar progresivamente el tiempo a ciertas materias o actividades que no le gustan tanto o presenta problemas.

Otros ejemplos aplicados:

-Después de realizar un número determinado de operaciones matemáticas (conducta de baja frecuencia) puede dedicar un tiempo establecido a una actividad muy habitual en él (dibujar, pintar, plastilina).
-Después de permanece atento y efectuar una actividad de Lectura durante el tiempo establecido (conducta baja frecuencia), a continuación puede dedicar un tiempo a trabajar con recortables (conducta de alta frecuencia o reforzador de actividad).

Orientaciones generales:
    1. La técnica puede adaptarse a diferentes edades y tomar diferentes formas, preferentemente y, según nivel del niño, a partir de los 7 u 8 años. Es una técnica básicamente de aplicación individual ya que dependemos de las preferencias naturales del niño, pero puede también aplicarse colectivamente ya que hay actividades que son del gusto de la mayoría de jóvenes (deportes, ordenadores, etc...).
    2. Hay que ser creativos en su aplicación y el secreto está en encontrar la conducta de alta frecuencia que nos sirva como reforzador adecuado en cada caso.
    3. En algunos casos, suele funcionar muy bien apoyarse con registros o gráficos visuales en donde el niño pueda ver que tiene a su disposición la actividad reforzante.
    4. Es necesario asegurarnos que el niño consiga algunos pequeños logros al principio para que no se nos desmotive.
    5. A nivel de grupo señalar que, tras la planificación previa, podemos mejorar aspectos del funcionamiento del mismo dentro del aula. A tal efecto puede crearse un registro colectivo donde la consecución de los objetivos marcados comporte beneficios para el grupo en forma de tiempo libre extra, cambios a actividades más gratificantes (aumentar tiempo de juego), o mejorar colectivamente la nota con un plus pactado con anterioridad.
    6. Con el tiempo, se espera que las nuevas conductas que han tenido que ser reforzadas al principio con actividades gratificantes, vayan progresivamente consolidándose y finalmente no necesiten ya del refuerzo inicial para seguir en el repertorio del niño.
    7. En definitiva, podemos aplicar el Principio de Premack para aumentar la motivación hacia el trabajo pero también para fomentar aspectos de la relación entre iguales, mejorar la cohesión del grupo o mejorar la conflictividad en o entre alumnos concretos.

Al introducir estas técnicas lo que estamos haciendo es producir en el niño un aprendizaje conductual nuevo e incompatible con su forma de proceder actual. El mensaje que debe interiorizar no es: “si me porto mal me castigan” sino: “si hago las cosas mejor me puedo beneficiar de ciertos privilegios y pasármelo mejor.”