"Cuenta la historia de Tamara, una niña sorda que
quiere convertirse en bailarina. A pesar de su incapacidad, la pasión por la
danza corre por sus venas y aunque no pueda escuchar la música, la siente, sin
que esto sea un impedimento para perseguir su sueño. Se trata de un verdadero
ejemplo de superación personal y de que, al final, todo esfuerzo tiene su
recompensa.
La superación no llega con el tiempo, el simple deseo o con la automotivación,
requiere acciones inmediatas, planeación, esfuerzo y trabajo continuo. La superación es el valor que motiva a la persona a perfeccionarse a sí misma,
en lo humano, espiritual, profesional y económico, venciendo los obstáculos y
dificultades que se presenten.
Nuestra vida está llena de oportunidades, saber aprovecharlas y obtener los
frutos deseados constituyen el centro de nuestras aspiraciones. Y siempre
considerando (aunque sea remar contra corriente) que la verdadera superación no
tiene cantidad sino calidad.
Para el estudiante significa dedicar más tiempo a su preparación, conocer y
aplicar nuevas técnicas de estudio que faciliten un mejor aprendizaje con los
resultados deseados; desarrollar la investigación personal y mejorar la calidad
en los trabajos que realice.
Aunque los recursos económicos y materiales sean necesarios, no debemos enfocar
la superación a la acumulación de los mismos, como una manera fácil de medir un
progreso. Existen otros aspectos fundamentales y prioritarios que toda persona
debe atender:
Los padres y madres debemos ayudar a contribuir de manera decisiva en la
formación de los valores en nuestros niños, facilitando así la construcción de
convivencia escolar positiva, la relación con otras personas y el aumento del
nivel de bienestar en nuestros niños y niñas de nuestra comuna.
Debes saber que te encontrarás con obstáculos; siempre los habrá, pero la
verdadera superación consiste en afrontarlos y ante ellos asumir nuevos deseos
de superarlos. En esta vida nada es fácil, todo lo que vale la pena requiere de
perseverancia y paciencia para alcanzarlo, es entonces cuando la superación se
hace sublime -alejada de toda vanidad y soberbia- con el gozo interior de
acercarnos cada vez más a la cima de la humana perfección".
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